Son muchas las personas que vienen a mi consulta porque se les acabó el amor hacia su pareja. Complicada situación… Amabas a alguien con locura, pensabas que ese amor iba a durar toda la vida y… en unas semanas o meses esos sentimientos desaparecen.
Se termina el amor de pareja, pero no el cariño que sientes hacia esa persona. La sigues queriendo, pero no como antes. Te gustaría cuidarla y protegerla, no hacerle daño… pero sabes que tendrás que tomar la decisión de dejarla.
Y aparece la culpa…, esa culpa que te hace intentar salvar la relación, hacer lo posible por volver a amarla. Lo intentas…, pruebas mil y una maneras pero… el amor se acabó.
Tu pareja te ruega que no la dejes, puede utilizar mil y una estrategias (es normal) para que te quedes. Pero tú decides tomar la decisión de terminar la relación, no quieres hacerte daño tú ni hacerle daño al otro u otra. Reflexionas, eres un ser libre. Este compromiso se puede romper, aunque te duela, aunque le duela.
No puedes quedarte con alguien a quien ya no amas y seguro que, cuando pase el dolor y llegue la aceptación, esa persona que tanto quieres no permitirá que sigas con ella por lástima o por lealtad a un compromiso.
Quiérete, valórate, respétate y respeta a tu pareja tomando la decisión que realmente te dicte el corazón, tu corazón.